Desapegos y otras ocupaciones.

martes, 28 de diciembre de 2021

SÍ HAY MUNDO, PERO YA ES OTRO MUNDO


Un día, Larca, encantada todavía con el triciclo que acaban de regalarle, bien peinada y vestida porque saldrán a comer al restaurante favorito de la calle de Orizaba hoy que es su cumpleaños, se acerca accionando las ruedas sobre las duelas del pasillo. Su cara es hermosa, terriblemente hermosa, como las de los niños en las películas de terror. Pero sus padres nunca han tenido miedo de ella porque son gente tranquila. Además, lo que tanto les pesa no les deja espacio para la imaginación.

   —¿Qué es eso papá?

   —Es un corazón.

   —¿Es tuyo?

   —Casi.

   —¿Por qué está ahí?

   —Porque no hemos conseguido trasplantarlo.

   —¿Qué es trasplantarlo?

   —Es ponerlo en un cuerpo vivo para que vuelva a latir de nuevo.

   —¿Qué es latir?

   —Vivir.

   —¿Está muerto?

   —Casi.

   —¿Tú estás muerto?

   —Casi.

   —¿Yo estoy muerta?

   —México está muerto, este es su corazón.



   —¿Quién lo mató?

   —No sé, ya no me acuerdo.

   —¿Por qué ya no te acuerdas?

   —Porque estoy confundido.

   —Pero entonces, ¿en dónde vivimos?

   —No sé, estoy confundido.

   Larca se acerca y con su mano roza el vidrio. Su palma se ilumina con el reflejo de la luz que entra desde el ventanal y pega sobre el líquido. Algunas trizas flotan alrededor de la víscera y su ondear la fascina. Su padre tiene un libro sobre las piernas y observa a su hija con sus ojos aumentados tras los lentes.

   —¿Me lo regalas?

   —Sí.

   —¿Quién te lo dio?

   —Mi madre.

   —¿Y quién se lo dio a ella?

   —Su padre.

   —¿Y a él?

   —Él se lo compró a un señor que era anticuario.

   —¿Es de verdad?

   —Sí.

   —¿De qué animal es?

   —Es de una persona, de un ser humano.



   —¿Y por qué lo pusieron en agua?

   —Es formol, un líquido especial que impide que se pudra.

   —¿De quién era?

   —De un joven que fue sacrificado.

   —¿Por qué?

   —Para sacarle el corazón.

   —¿Y para qué le sacaron el corazón?

   —Para que el mundo no se extinga.

   —¿Qué es extinga?

   —Para que no se apague.

   —¿Y no se apagó?

   —No sé, creo que sí.

   —¿Y entonces qué pasó?

   —Muchas cosas, no te puedo explicar, es muy complicado.

   —¿Entonces ya no hay mundo?

   —Sí, sí hay mundo, pero ya es otro mundo. Vámonos.

CARLA FAESLER - "Formol" - (2014)


Imágenes: Aydin Aghdasloo

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