Desapegos y otras ocupaciones.

martes, 25 de octubre de 2022

ALGO QUE NADIE SE MOLESTABA EN NOMBRAR


Pero desde la muerte de su madre, RL odiaba los hospitales, su hedor, el silencio y los siseos maquinales. Detrás de la cortesía y las voces amables asomaban el sufrimiento y la muerte. Los últimos diez días que su madre estuvo con vida, cuando él dormía en la sala de espera o en una silla en la habitación mientras ella luchaba por respirar, RL a veces cogía el ascensor y subía a la Maternidad solo para asomarse a la felicidad, solo para creer en ella. Mientras recorría el pasillo, sintiéndose como un espía —no le correspondía estar allí, no pintaba nada—, RL se esforzaba por ver a las mujeres que acababan de dar a luz a través de la puerta entreabierta, ese pequeño fardo envuelto en una mano, el hermano o la hermana mayor con globos o flores, los maridos tristes y exhaustos que sentían felicidad pero también otra cosa al mismo tiempo, algo que nadie se molestaba en nombrar... Incluso en ese lugar de felicidad, lo otro también se colaba, sigiloso. Una especie de compasión maquinal, real, insuficiente. Joder, por mucho que lo sintieran, su madre no iba a volver.

KEVIN CANTY - "Todo" - (2010)


Imágenes: Felicia Chiao

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