Desapegos y otras ocupaciones.

lunes, 3 de junio de 2024

¿SABES DE QUÉ COLOR ES EL MAR?


 - ¿Cuánto cuesta? -le preguntó Lola.

—¿Cómo? —Necesitó unos segundos para entender que aquella joven pretendía comprarle su pintura.

   —Que por cuánto lo vendes.

   —Pues no sé, no lo he pensado… Ni siquiera lo he terminado todavía.

   —No importa, puedo esperar a que lo termines. Bueno, si aceptas que te lo compre, claro.

   —Y… ¿cuánto crees que puede valer? —preguntó Sabina movida por la curiosidad de saber en cuánto lo valoraría ella. Nunca antes había vendido un cuadro. Se ganaba la vida como camarera o cuidando niños, cualquier trabajo que le surgiera, no como artista.

   —Tienes talento, en realidad, creo que tienes mucho talento, pero resulta difícil cuantificar económicamente algo tan etéreo como el talento, ¿no crees? ¿Hay dinero suficiente para pagar la genialidad?

   —¿De verdad te gusta? Tengo muchos más —comentó emocionada. Y se apresuró a mostrarle una carpeta de grandes dimensiones, cerrada con una cinta anudada en un lazo, en la que guardaba sus trabajos. Lola se entretuvo un rato admirándolos, uno a uno, con sumo interés, mientras Sabina esperaba impaciente la aprobación de una desconocida—. ¿Y bien? —Interrumpió presa de la impaciencia.



   —Son muy buenos, realmente buenos. ¿Siempre pintas el mar?

   —Casi siempre.

   —Y… ¿no temes que tu obra sea repetitiva? —Sabina puso cara de extrañeza y levantó una ceja.

   —¿Repetitiva? El mar nunca es el mismo, el mar es distinto a cada segundo que lo contemplas. El mar es un lienzo que tiene vida y jamás es igual que el instante anterior y nunca se repite. Ninguna ola del mar vuelve a ser la misma en ningún mar del mundo. El mar se reinventa y nunca cansa. —Lola sonrió al escuchar la vehemencia de sus palabras—. ¿Sabes de qué color es el mar?

   —Azul, por supuesto.

   —No lo es. En realidad, el agua del mar es incolora, transparente, no tiene color alguno. Ese azul que vemos es el reflejo del cielo en sus aguas. El mar es el mayor espejo que existe, la mayor inmensidad y el único que sabe dibujar la línea del horizonte —le explicó.

   —Vaya, empiezo a comprender por qué siempre pintas el mar… Creo que a partir de hoy lo miraré con otros ojos —comentó con una sonrisa. 

PAZ CASTELLÓ - "Dieciocho meses y un día" - (2017)


Imágenes: Ray Collins

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