Desapegos y otras ocupaciones.

sábado, 16 de marzo de 2024

BENIDORM, LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME


Benidorm, la ciudad que nunca duerme, la ciudad con todos los husos horarios a la vez, la ciudad de los bares abiertos hasta pasado mañana. El horario de apertura del Casino Mediterráneo da igual porque el sitio no tiene ventanas ni vistas al exterior, como ningún casino, para que no te hagas nunca a la idea de si es de día o de noche o qué. El casino está en la esquina del Rincón de Loix, es de vidrio azul noche y luce una enorme palmera de neón en la fachada de la avenida, un caminito donde suelen reunirse los habituales que rondan los aparcamientos de los casinos: viejos prestamistas, recaderos sin ninguna prisa, novias con ojeras más oscuras y profundas y terroríficas que su segura y próxima ruina.

El Potro está sentado en una moto que no es suya pero lo parece. El Potro aparenta veinte años menos de los cincuenta que tiene. El Potro se dedica a empeñar los Rolex y los BMW y los anillos de compromiso de esos jugadores que salen a las tres de la madrugada, la jeta color verde pálido, malos, con cuarenta de fiebre después de haberlo perdido todo pero con ganas de perder aún más, y ahí se encuentran siempre al Potro, dispuesto a atenderlos. El Potro está oyendo música y liándose un piti.



—Cuánto tiempo, Michela.

—Quítate los cascos.

—¿Qué dices?

Michela le quita los cascos con la mano.

—Digo que las canciones son todas diferentes pero el silencio es siempre igual.

—Y a mí qué me cuentas, tía.

—¿Has visto a este por aquí?

Michela saca su móvil y le enseña una foto de Kaminski. Ha sido Vilches, en uno de esos raros momentos de productividad y lucidez tan característicos suyos, unos momentos tan escasos y brillantes que le resuelven un mes de papeleo de mesa en cinco minutos, quien le ha pasado el dato de que a Kaminski le van el póquer y la ruleta, las apuestas, esas cosas. Como a todos los rusos. Después se ha vuelto a dormir sobre la mesa de la comisaría. Vilches es uno de esos polis que entraron en el cuerpo con una fe absoluta en la ley y en el orden. Primero perdió la fe en la ley, luego perdió la fe en el orden y después pasó directamente a los IMAO de tercera generación. A veces, una tarde o dos por semana, cuando se despierta de siestas de cuatro horas, aparece por la comisaría. El resto, no.

ESTHER GARCÍA LLOVET - "Spanish beauty" - (2022)


Imágenes: László Kupi

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