Desapegos y otras ocupaciones.

domingo, 6 de febrero de 2022

¿NO ES LO FALSO MÁS VERDADERO QUE LO AUTÉNTICO?

 


Durante cuarenta años, la recta e inabordable Enriqueta Macedo había hecho pasar por auténticas obras falsas. Por cada pintura espuria que certificaba como original se llevaba una comisión, pero no lo hacía por el dinero, su accionar, como lo definía ella usando términos policíacos, levantaba la vara del arte: falsas, según ella, eran las obras de calidad discutible.

«¿Una buena falsificación no puede dar tanto placer como un original? ¿En un punto no es lo falso más verdadero que lo auténtico? ¿Y en el fondo no es el mercado el verdadero escándalo?», me disparó a quemarropa esa primera vez sin esperar mi respuesta. Era «La Uno», la eminencia gris de la oficina de tasación, ¿cómo iba yo a refutarla?

La primera charla no duró más de veinte minutos, el tiempo reglamentario que uno puede quedarse dentro de un sauna antes de que la cosa se ponga pesada. Pero volveríamos varias veces. Pronto entendí por qué los capos del hampa arreglan sus asuntos privados en esos lugares; ni el soplón más asqueroso puede cablearse si está desnudo. ¡Ah! ¡La justicia igualadora del sauna! Con su panza al aire, el millonario no se distingue del pobre, el criminal del hombre honrado.

Desde entonces, las cosas importantes solo las hablábamos en ese cuartito. Había días, cuando el vapor del ambiente estaba por demás espeso, en los que la figura de Enriqueta parecía evanescerse y yo sentía que en realidad estaba sola y que la voz que escuchaba salía de adentro de mí.

MARÍA GAINZA - "La luz negra" - (2018)


Imágenes: Mara Light

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.