Desapegos y otras ocupaciones.

jueves, 19 de septiembre de 2024

MARGARITA Y MIRIAM


Cuando la primera persona llega a la Luna, Miriam tiene nueve años. Cada día, mientras Luis conduce sesenta kilómetros hasta la Estación Espacial y luego trabaja allí, y mientras la hija menor de ambos está en el colegio, Margarita teje ropa para el cuerpo desmedrado de Miriam: pantalones y jerseys de una lana suave que se ajusten a unas medidas inusitadas. La altura de Miriam se estabiliza en torno a un metro cuarenta, sus brazos y piernas son delgadísimos. Margarita le prepara el puré y se lo da tres veces al día sosteniéndola en brazos. Usa pañales de tela porque los sintéticos dañan la piel de la niña. En la casa hay una pila de las antiguas donde lava esos pañales. Para el resto de tareas domésticas y para poder salir de casa, Margarita cuenta con la ayuda de otra mujer, de modo que sí, es preciso recordar ahora. Recordar, con mayúscula, a todas las personas que, como Margarita Durán, tuvieron o tienen familiares con parálisis cerebral y otros problemas graves y ni pueden pagar el salario de nadie para que las ayude ni cuentan con centros públicos en los que apoyarse. Recordar que un país donde no hay apoyo real para la dependencia es un país indigno. Recordar que los cuidados desgastan los cuerpos y recordar a todas las personas a quienes no se les ha permitido elegir si querrían hacerlos, sino que la necesidad económica, y/o la violencia, les ha obligado a ello.



   Junto con la tarea de cuidar, lo que Margarita hace es querer a Miriam. Ver a Margarita sentada junto a la niña en el sofá donde pasa los días no es verla de guardia ni matando el tiempo: es verlas juntas. Suele ponerle música, conoce los gustos de Miriam. Cómo la niña se ríe muchísimo, por ejemplo, con el estribillo de una canción de María Dolores Pradera, «No me amenaces», en el punto en que la letra repite: «Y te vas, y te vas, y te vas… y no te has ido». Aquellas personas que vienen de visita y tratan a Miriam como a un objeto, poco a poco dejan de venir. En cambio, las que saben que Miriam es una persona, como lo sabe Eduardo, el hermano menor de Margarita, su amiga Coro y otras, o el padre Llanos, o el sacerdote y teólogo José María Díez-Alegría, nunca dejan de hacerlo.

BELÉN GOPEGUI - "Ella pisó la Luna" - (2019)


Imágenes: Wassily Kandinsky

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