Desapegos y otras ocupaciones.

sábado, 31 de octubre de 2020

GOYA, CON EL TIEMPO, SERÁ INMORTAL



—¿Y quién podría llevar a cabo semejante proyecto?

 —¡Goya! Goya puede —dijo con tono enigmático—. Es la persona adecuada. Le he seguido de cerca y sé que pinta para esta casa. Él tiene algo... algo insondable que ni él mismo sabe que posee. He atisbado lo que le acontecerá. Goya, con el tiempo, será inmortal.

 —Veo en él a un magnífico retratista y paisajista, y un buen contertulio de los que concurren a mi salón —comentó la duquesa—. Pero, aparte de eso y otros encargos para esta casa de campo, no sé...

 —No es el mismo desde que enfermó —apostilló Arsenio tratando de argumentar su candidatura—. ¿En eso estamos de acuerdo?

 La duquesa asintió.

 —Ha llegado hasta mis oídos que cuando pasó aquello de lo que él apenas quiere o puede hablar, cayó vencido por fuertes delirios —prosiguió el mago—. Y que, a partir de entonces, por más que ha intentado despojarse de ello, su sueño se ha visto perturbado por el atisbo de seres extraños, digámoslo así, que le acechan por las noches. Me cuentan que apenas descansa.

 —Algo he oído...

 —Él no lo sabe, pero posiblemente en ese momento se convirtió en un hombre de cuerpo abierto, en un heteróclito que es incapaz de dominar eso que le ocurre y que, quizá pretendiendo librarse de ello, trabaja en secreto en proyectos que jamás hallarán comprador y que encima pueden traerle problemas serios. Ya me entiende.

 —¿Hombre de cuerpo abierto? ¿Y qué se supone que es eso?

 —Un visionario —dijo haciendo gestos grandilocuentes—. Alguien que posee lo que nosotros llamamos «segunda visión». Con la particularidad de que Goya sabe representar ese mundo siniestro que nos observa a todos desde la profundidad. Tiene ese talento para plasmar lo que ve en la oscuridad y el silencio de la noche agazapado en un rincón de sus aposentos. Ese mal es el mismo que acecha a sus hijos. ¿Es buena su relación con él?

 —Muy buena. Sé que Paco no me negaría este encargo. Y lo sé porque, además, nos une un lazo afectivo importante; tenemos un vínculo de pérdida en común: él también sabe lo que es el dolor de ver morir a un hijo, pues se le han muerto siete. Me lo contó un día que me vio abatida por el recuerdo de los míos.

 —Entonces me reafirmo: Goya es la persona indicada —remarcó Arsenio—. Él sabrá poner todo su empeño en pintar los cuadros del mal.

CLARA TAHOCES - "El jardín de las brujas" - (2020)


Imágenes: Francisco de Goya

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