Desapegos y otras ocupaciones.

viernes, 7 de abril de 2023

TE MUERES Y PUNTO


—¿No se os ha ocurrido pensar en la gente que vivió aquí antes que nosotros? —preguntó Cara—. Los criados, los jardineros, las familias… Los niños que se zambullían en las aguas del lago desde este mismo lugar en días como hoy, con este mismo calor y esta misma calma chicha, pero con el puente todavía intacto. Me pregunto qué clase de personas terminarían siendo. ¿Qué sería de ellos?

     —La muerte nos llega a todos, Cara —dijo Peter amablemente, como haciéndoselo saber por primera vez.

     Pensé en Dorothea Lynton, enterrada en el cementerio de la iglesia sin más testigos de su paso al otro mundo que nuestro insatisfecho párroco y el enterrador. Y en mi madre, por descontado.

     —¿Y luego qué? —preguntó Cara.

     Tal vez le había hecho la misma pregunta a Peter centenares de veces, siempre a la espera de una respuesta distinta.

     —Luego nada —respondió él.

     Cara le volvió la cara, pero ocultó el gesto fingiendo mirar a lo lejos, donde el lago se estrechaba.

     —Te mueres y punto —prosiguió Peter, en voz baja, con las palmas de las manos abiertas—. Ni cielo ni infierno ni espíritus. Con un poco de suerte, quizá nuestro recuerdo se mantenga vivo durante una o dos generaciones, y luego adiós muy buenas, pero no pasa nada.

     —¿Eso es lo que crees de verdad? —dijo Cara, con la vista todavía perdida en la distancia.

     —Sabes que sí. Y si tenemos la mala suerte de acabar figurando en algún libro de historia, no será de nosotros de quien hablen, sino de una versión inventada, de la interpretación de otro. La historia completa de quienes somos no se puede contar. Sólo está en nuestra cabeza y en los recuerdos de quienes nos han querido.

CLAIRE FULLER - "Naranjas amargas" - (2018)


Imágenes: Robert Strati

  

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