Desapegos y otras ocupaciones.

jueves, 3 de agosto de 2023

HABRÍA QUE TOMAR FOTOS DE LOS MOMENTOS TRISTES


Nunca me han gustado los álbumes de fotografías: en ellos la gente tiende a parecer más feliz de lo que es, porque sólo fotografiamos las fiestas, las celebraciones, las ocasiones en las que estamos con amigos, los viajes, e incluso en los momentos en los que no estamos del todo felices, cuando nos ponemos ante la cámara tendemos a sonreír, a estrechar el cuerpo que tenemos al lado con más fuerza o más emoción de la que sentimos. Habría que tomar fotos de los momentos tristes; decir: «Espera, no te muevas», a esa mujer que llora por alguna culpa nuestra o que nos insulta por no darle lo que a ella le parece justo, autorretratarnos en ese momento cuando estamos mintiendo, o apretando las mandíbulas para no decir lo que pensamos, o cuando nos sale ese gesto de desprecio en el que nos costaría tanto reconocernos. Supongo que los álbumes, o las colecciones de fotos que guardamos en nuestro ordenador, tienden a compensar el trabajo injusto de nuestra memoria, pues ella suele quedarse más bien con lo doloroso, con traumas y frustraciones, con lo que no hemos conseguido, con la situación en la que no reaccionamos como habríamos deseado.

JOSÉ OVEJERO - "La invención del amor" - (2013)


Imágenes: Rima Day

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