Desapegos y otras ocupaciones.

lunes, 14 de marzo de 2022

¿DE LA CAPITAL O DE LA PROVINCIA?

   


FELIPE. — Me aplazaron, fue muy triste, mi padre nunca pudo sobrevivir al deshonor, y la hizo suicidar a mi madre. —Yo estoy muy ocupado —argumentó—. Mátate vos que no tenés nada que hacer. —Todavía recuerdo la dulce sonrisa de mi madre mientras tomaba las pastillas de estricnina, y a mi buen padre diciéndole: No tomes demasiado que te puede hacer mal, discúlpame que no me quede hasta el final, pero se me hace tarde, ¿oíste?, ¿che, oíste?, ¿che, che, oíste? podrías contestar por lo menos.

     FISCAL. (Indignado.) — ¡Pero su padre es un asesino! ¡Esto es una barbaridad! ¿dónde está su padre?

     FELIPE. — Murió.

     FISCAL. (Bajando la cabeza.) — Entonces está fuera del alcance de la justicia de los hombres.

     FELIPE. (Con aire ausente.) — ¿Cómo?

     FISCAL. — Digo que si murió…

     FELIPE, (Alarmado.) — ¿Murió papá?

     FISCAL. — Pero usted acaba de decirlo.

     FELIPE. — Perdón, es que tengo tan mala memoria, en eso salgo a papá. 

       Mientras hablan. Felipe ha caminado hasta quedar junto al ventanal. En éste aparece un silueta lejana de la torre Eiffel y la perspectiva de una calle parisiense. Simultáneamente Felipe está diciendo:   

       Siempre fue así, me acuerdo una vez en París que vi un hombre que caminaba hacia mí y yo pensé: este tipo debe ser sudamericano, entonces lo paro y le pregunto: —Perdón, señor, ¿el señor es sudamericano? Un hombre ha aparecido y contesta a Felipe. 

  


     HOMBRE. — Sí. ¿Cómo se dio cuenta?

     FELIPE. — No sé, tiene un aire, casi diría que argentino.

     HOMBRE. — Precisamente soy argentino.

     FELIPE. — Yo también.

     HOMBRE. — Bueno, qué sorpresa.

     FELIPE. — ¿Y de qué parte de la Argentina?, seré curioso.

     HOMBRE. — De Buenos Aires.

     FELIPE — Pero yo también. ¿De la capital o la provincia?

     HOMBRE. — De la capital.

     FELIPE. — Yo también.

     HOMBRE. — ¿De qué barrio?

     FELIPE. — Barrio Norte.

     HOMBRE. — Yo también.

     FELIPE. — ¿En qué calle?

     HOMBRE. —Juncal.

     FELIPE. — Mire qué casualidad, yo también.

     HOMBRE. — ¿A qué altura?

     FELIPE. — Al novecientos.

     HOMBRE. — Pero mire lo que son las cosas, yo también, ¿qué número?

     FELIPE. — Novecientos cincuenta y seis.

     HOMBRE. — No puede ser.

     FELIPE. — Sí, novecientos cincuenta y seis.

     HOMBRE. — Pero parece cosa de brujos, yo también.

     FELIPE. — ¿Y en qué piso vive usted?

     HOMBRE. — Segundo.

     FELIPE. — ¿Segundo?

     HOMBRE. — Sí, segundo.

     FELIPE. — Yo también. ¿A la calle o al fondo?



     HOMBRE. — A la calle.

     FELIPE. — Yo también.

     HOMBRE. — ¿Pero cuál es su apellido?

     FELIPE. — Metileno.

     HOMBRE. — Yo también, ¿y su nombre?

     FELIPE. —Felipe.

     HOMBRE. — Yo también.

     FELIPE.— ¡¡Papá!!

     HOMBRE.— ¡¡Hijo!!

     FELIPE. — Te creía durmiendo en el hotel.

     HOMBRE. — Bueno, me iba a acostar y me puse a buscar el pijama, abrí la puerta del placard y acá estoy.

     FELIPE. — Es que esto no es el placard, papá. La puerta del placard estaba pintada de verde, ¿no te acordás?

     HOMBRE. — Sí, claro, es que tengo tan mala memoria.

     FELIPE. — Yo también.

     HOMBRE. — ¿Vos también tenés mala memoria?

     FELIPE. — Sí, cuando me acuerdo.

     HOMBRE. — ¿Y cuando no te acordás?

     FELIPE. — Entonces tengo una memoria buenísima, me acuerdo de cualquier cosa, una vez en Buenos Aires por ejemplo.

     HOMBRE. — ¿El señor es de Buenos Aires?

     FELIPE. —Sí.

     HOMBRE. — Mire qué casualidad, yo también y seré curioso, ¿de la capital o la provincia?…

DALMIRO SÁENZ - "¿Quién, yo?" - (1969)


Imágenes: Ethan Murrow

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.