Desapegos y otras ocupaciones.

lunes, 12 de septiembre de 2022

SE ESTABA ENCAMINANDO A SU CUARTA VIDA

 


Al llegar al metálico número 328, abrí la puerta por ella con la tarjeta magnética y comencé a dejar sus valijas en el suelo (en ese momento noté que me estaba mirando de nuevo) Dejé todas las valijas en el suelo, recité mi discurso obligado y me dirigí a la puerta esperando la habitual propina; ella sacó cincuenta dólares del bolsillo trasero de su jean y me di cuenta que había dejado de masticar su chicle, aquietando sus finos labios pintados de rojo. Habló cuando ya estaba por tomar el dinero y salir.

—Me gustaría que los usaras para invitarme una copa esta noche. Tengo una interesante propuesta para ofrecerte.

Necesitaba verle los ojos.

—Oh, debe disculparme, señorita —alejé la mano del billete de cincuenta—, la política del hotel me impide relacionarme de ese modo con los huéspedes. Sabe, incluso podría perder mi trabajo.

Acercó su mano a la mía y me dio los cincuenta dólares mientras hablaba.

—No te tienes que relacionar conmigo, amor… no es más que una propuesta laboral… ¿Acaso quieres trabajar siempre de botones?

—Se gana bastante bien con las propinas —agité el billete color verde.

—Podrías ganar mucho más. Y me puedes invitar una copa fuera del hotel… nadie tiene por qué enterarse.

Y mientras decía las últimas palabras, se quitó los anteojos negros y vi sus ojos. Unos reveladores ojos color almendra (que también me reflejaban, pero más pequeño) me llevaron a contestar con el billete colgando en mi mano.

—Está bien… —las almendras me habían convencido.

Wei-Long aun no lo sabía, pero se estaba encaminando a su cuarta vida.

FABIÁN BEVILACQUA - "Cambie su vida" - (2005)


Imágenes: Craiyon

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