Desapegos y otras ocupaciones.

jueves, 18 de marzo de 2021

CUANDO LA SOLEDAD ARRECIABA

 
  Cuando la soledad arreciaba, él volvía sobre estos rastros de Emilia Forch. Releía el libro de Perec o se enrollaba la bufanda alrededor del cuello o escuchaba por enésima vez I can’t wait to get off work, convencido de que allí Emilia sobrevivía de una manera bastante particular. Consideraba que así como un lápiz de cera va dejando de ser lo que es para convertirse en árboles, ríos, nubes, casas garrapateadas sobre un papel, así también los hombres iban quedando esparcidos en los objetos con los que interactuaban más profundamente, la bufanda de Emilia, el libro de Emilia, el cepillo de Emilia. No sabía bien en qué consistía esa supervivencia, en qué palabra de la lista del supermercado descansaba ella con más fuerza, si en «manzanas», en «kilos», en la frase «recuerda que te quiero, imbécil» o en la flor que había dibujado en el extremo inferior. La sabía ahí, y eso tal vez lo alentaba a creer en el regreso. A veces el recuerdo crecía de manera insospechada. Sobre todo cuando la noche le caía encima con el peso más cruel y él intentaba abrazar a esa mujer que era un vacío entre sus brazos. 

MARCELO SIMONETTI - "La traición de Borges" - (2005)


Imágenes: Lester Lee

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