Desapegos y otras ocupaciones.

viernes, 20 de enero de 2023

TODO GATO ES INTERIOR, IMAGINARIO


Los gatos prefieren que tengamos, como ellos mismos, una movilidad controlada. Les asombra que todo el tiempo entremos y salgamos de las habitaciones y las casas. Les parece reprobable y nos miran inquisitivamente con los ojos muy abiertos. ¿Adónde tendrá que ir ahora? Hacer mudanza les parece una impresentable falta de tacto y discreción. No puedes ni debes esperar que un gato te acompañe si tú no le acompañas. Tampoco puedes contar con que esté siempre en perfecto estado de revista si tú no lo cepillas todas las mañanas. Hay que aprender a deleitarse viendo dormir al gato, estirado cuan largo es, rabo incluido, cruzadas con delicadeza las patas delanteras y traseras. Hay que no acariciar al gato intempestivamente, de la misma manera que no se te puede acariciar a ti a cualquier hora. Esto último puede llegar a ser difícil porque los gatos son graciosos, más que tú. Es imposible acomodar a un gato. Además es indebido. Los gatos —incluidos los más pequeños, apenas destetados— se acomodan o desacomodan solos. E incluso parecen acomodarse mejor en los sitios que nosotros consideramos incómodos, en lo alto de una butaca, por ejemplo. Los dibujantes engreídos o académicos dicen que los gatos son difíciles de dibujar porque no posan bien. ¡Claro que no! Los gatos posan solo en lo interior de lo interior de las conciencias. ¡Ahí dentro dejan de ser materia signata quantitate para volverse pura forma imaginaria! Sería un grave error interpretar la domesticidad del gato como una sumisión. Todo gato es por naturaleza insumiso. No hay nunca sumisión. Hay, en cambio, interiorización. Todo gato es interior, imaginario.

ÁLVARO POMBO - "El destino de un gato común" - (2020)


Imágenes: El Secretario (Lilu)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.