Desapegos y otras ocupaciones.

viernes, 23 de abril de 2021

EL ESCRITOR Y EL ASESINO


 Volvió a vacilar y en esta ocasión dejó vagar la mirada por la última entrada en la pantalla del ordenador. «¿Qué hace que un libro realmente funcione? —Se planteó de repente—. Tiene que asumir riesgos. Tiene que absorber al lector al interior de la historia. Cada personaje tiene que ser fascinante a su manera. Debe crear la necesidad imperiosa en los lectores de pasar página. Esto sirve tanto para una novela costumbrista como para un thriller de ciencia ficción. Las mismas normas del asesinato se aplican a la escritura. ¿De qué sirve —escribió— contar una historia que no tiene repercusiones mucho después de que se haya leído la última página? ¿Acaso el asesinato no se enfrenta a la misma pregunta? Tanto el escritor como el asesino acometen la tarea de crear algo que perdure. El escritor quiere que el lector recuerde sus palabras mucho después de la última página. El asesino quiere que el impacto de la muerte permanezca. Y no solo para él sino para todos aquellos a quienes la muerte ha afectado.

   »El asesinato no se limita a una sola muerte. Es una onda que se expande en la vida de muchos.»

JOHN KATZENBACH - "Un final perfecto" - (2012)

Imágenes: Javier Aramburu

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.