Desapegos y otras ocupaciones.

jueves, 21 de noviembre de 2019

SALVATIERRA


Salvatierra tenía veinticinco años y trabajaba en el Correo cuando conoció a Helena Ramírez, mi madre. Ella tenía veintiuno y trabajaba en la Biblioteca Ortiz, de Barrancales. Salvatierra iba los sábados a la mañana a leer sobre las vidas de grandes pintores y a buscar libros con láminas y grabados. En la tela de esa época hay una lenta transición entre las escenas nocturnas y la claridad de la mañana. Primero aparecen largos pasajes crepusculares donde se ve a mujeres negras lavando ropa en la orilla (el doctor Dávila contaba que a veces, en verano, Salvatierra cruzaba de noche con los pescadores a la orilla uruguaya, donde eran bien recibidos por un grupo de lavanderas). Salvatierra pintó esa hora en que se reflejan en el agua las primeras estrellas y todo se empieza a confundir entre las sombras. En un segmento, alguien enciende un fósforo y apenas en la oscuridad se ve a una mujer que sonríe, provocativa, detrás de las plantas.



(...) En el camino vi uno de esos cielos que pintaba Salvatierra. Uno de esos cielos profundos, cambiantes y poderosos. A veces hacía unas nubes dispersas que se achicaban hacia el horizonte, con lo que conseguía darle verdadera dimensión al cielo. Lograba unos espacios aéreos enormes que daban vértigo. Como si uno pudiera caerse dentro de la tela. Yo sabía —había aprendido— qué tipo de cielos le interesaban y algunas tardes, cuando llegaba del colegio al galpón, le decía «hay un buen cielo afuera» y salíamos a mirar. Es algo que sigo haciendo, sin darme cuenta, aunque Salvatierra haya muerto hace muchos años. Y lo hice esa tarde cuando pedaleaba despacio de vuelta hacia Barrancales: vi el cielo gigante, un cielo de planicie, azul intenso, con nubes como montañas, como regiones, y en silencio le avisé a Salvatierra que saliéramos a mirar.
PEDRO MAIRAL - "Salvatierra" - (2008)

Imágenes: Karen Hollingsworth

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.