Aprovecho mi silencio
para ahondar dentro de mí:
embrutecido,
y luego, purificado
por la ausencia de sonido,
por la palabra tragada,
apenas balbucida,
balbuceada,
atragantada,
atarantada,
para luego, ser devuelta,
vomitada,
en esta escritura basta,
devastada
y desamordazada.
Fluir de mano y de lápiz
desatado,
estrangulando el silencio
nocivo y tenaz,
amortizándolo:
sin intereses,
ni réditos ni carretes.
Sólo el del hilo
de las letras que corren,
sin anzuelos,
sin trampas:
claras,
con una sola cara.
Como mi silencio.
28-07-2011
Imágenes: Linsey Levendall
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.