No esperéis nada de mí:
ya lo he dado todo.
Me quedé casi vacío
hace ya tanto...
Aspiré el mundo
por todos mis agujeros
y todos sus agujeros
me aspiraron a mí.
Ahora, no aspiro a nada;
sólo quiero seguir,
seguir.
Seguir siendo,
seguir siendo un canto rodado
y muy rodado
en un borde del camino.
Aletargado,
amordazado,
sin tiempo y por el tiempo.
Lagartija al sol del invierno,
al sol que calienta
(más o menos)
lo que queda de mis huesos.
Imágenes: Alex Alemany
02/01/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.