Un agujero circular y metálico
se abre en medio de mi frente.
Y desciende,
decidido y tenaz,
por el interior de mi ser,
abriéndose paso por todos los poros
y conductos.
Y me conduce
a lo más hondo de mí mismo
invadiendo mis reductos
más íntimos.
Flor de ansiedad
que explota y crea,
que horada y nutre
mi cerebro dolorido
y escarmentado.
Cierre y apertura,
dentro y fuera,
explosión, implosión.
Detención, aceleramiento.
Espanto y lucidez,
sensibilidad extrema,
extremadamente de todo,
menos neutra.
Provocación que busca
el otro lado de la oscuridad.
Imágenes: Naoto Hattori
06/12/2014
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