Y seguimos contando los días,
que nos faltan por un lado,
que nos sobran por el otro...
Y ellos nos pasan por encima,
nos ganan todos los pulsos,
nos cubren de niebla los ojos.
Queremos que se acorten,
queremos que se alarguen,
queremos moldearlos a nuestro antojo:
pueril deseo,
pataleta eterna para no conseguir nada.
Y qué largo se nos hace lo malo,
y qué corto se nos hace lo bueno.
Como niños que esperan un regalo:
seguimos contando los días,
hasta el último momento:
aquel en que ya nada importa,
aquel en que todo se olvida.
(Sin fecha)
Imágenes: Seth Clark
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