Cuando me habláis
escucho otras voces en vuestras voces.
Intuyo a otros seres
escondidos en los pliegues
de vuestros cerebros.
Acechando,
alentando,
inculcando,
traspasando
los límites no marcados,
los límites no acordados.
Cuerdas rojas
que una vez nos unieron.
Hilos negros
de sufrimientos.
Hilos, bramantes, cuerdas...
Cuerdas y locas,
memorias que se dislocan,
que se desplazan arriba y abajo
en el tiempo,
en un espacio influenciado
y abarrotado:
ingrávidos excrementos.
Cuerdas, hilos, bramantes...
que braman,
que aúllan,
sirenas estúpidas del pensamiento.
Una vez hubo un circo...,
ahora sólo queda arrepentimiento.
13-01-2025
Imágenes: Mayra Biajante
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