Nadie me comprende,
nadie me compra ni me vende.
Nadie se compromete
conmigo ni con mis circunstancias.
Voy por la vida
probando toda clase de sustancias.
¿La pruebo, no la pruebo?
Espero que apruebes
mi terco comportamiento
y que vuelva a ser tu tierno objeto de deseo.
Soy un conejillo de Indias.
¡Vamos a hacer un nuevo experimento!
No sé tú,
pero yo aún lo lamento.
Deja las lamentaciones
para cuando seas viejo.
¡Vamos a hacer otro descubrimiento!
No descubras el pastel
antes de tiempo.
Cúbrete las espaldas
y sal huyendo.
Antes de que sea demasiado tarde,
llama a todos tus abogados
para no llevarte otro escarmiento.
Imágenes: Martin de Pasquale
29/04/2016