Ya saqué todo el dolor,
¿qué puedo sacar ahora?
La cosa...,
es que me exprimo
y sigue saliendo.
Algo más,
de más adentro,
de lo más hondo,
de simas que ni siquiera
sabía que existían.
Y así,
sigue supurando,
hacia arriba,
desbordando,
todo lo oscuro
de un pozo incierto;
toda la vida muerta
que acumulo dentro.
Alma acanallada,
escarnecida
y amante de desprecios:
limpia tu condición
de cárcel de mis tormentos.
Imágenes: Dariusz Klimczak
06/05/2014
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