Me pierdo en mis silencios
y ya no llego ni a saber quién soy.
He caído tan bajo
que la profundidad me ahoga
y me sigue llamando
(aunque yo no la quiero)
y el silencio persiste,
aquí en lo hondo,
donde cubre,
donde todo me cubre
de fango y dolor,
donde se rebobinan las peores películas,
las que no deberían haberse rodado.
Y yo sigo rodando:
por la pendiente,
hasta el fondo sin palabras
y sin futuros blancos.
No veo nada,
sólo el dolor en mi frente
y en mis sucias manos.
[Mis silencios
sólo los entienden mis perros.]
Imágenes: Felicia Simion
29/02/2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.