Tengo frío de vivir.
Tú caminas por el filo;
vas haciendo eses:
como él.
A él te debes:
al camino,
a tu camino
lleno de horas y de baches
y de olas y de achaques.
Lleno de paredes
que son atravesadas
por túneles
diminutos,
estrechos,
ínfimos.
Pero tú te ajustas a ellos,
o saltas,
o te desvías
(pero sólo un poco...)
Y yo sigo teniendo frío,
frío de vivir
mientras tú caminas por el filo.
Imágenes: Ahad Esmaeilian
28/06/2014
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