Pero, en lo referente a la idea del arcoíris, ella estaba convencida. La gente era increíble. Mamá era alucinante, Papá era alucinante, sus profesores trabajaban tanto y tenían, además, sus propios hijos, y algunos se estaban divorciando, como la Sra. Dees, pero, con todo, siempre sacaban tiempo para sus alumnos. Lo que le resultaba especialmente inspirador de la Sra. Dees era que, a pesar de que el Sr. Dees engañaba a la Sra. Dees con la encargada de la bolera, la Sra. Dees seguía impartiendo la mejor clase de Ética al plantear cuestiones como: «¿Puede el bien triunfar o, más bien, son las personas buenas las que siempre acaban puteadas, siendo el mal mucho más temerario?». Esa última parte parecía un golpe bajo que la Sra. Dees le lanzaba a la muchacha de la bolera. Pero, ¡en serio!, ¿es la vida divertida o da miedo? ¿Es la gente buena o mala? Por un lado, esas imágenes de cuerpos pálidos y ojerosos siendo apisonados mientras unas alemanas gordas pasan de largo masticando chicle. Por otro, gente del campo, incluso personas cuya granja se encontraba sobre una colina, que se quedaba a veces hasta tarde rellenando sacos de arena.
En la votación que hicieron en clase ella había puesto que la gente era buena y que la vida era divertida, y al instante recibió una mirada piadosa de la Sra. Dees mientras enumeraba sus puntos de vista: «Para hacer el bien, solo tienes que decidir hacer el bien»; «Tienes que ser valiente»; «Tienes que defender lo que es correcto». Tras esto último, la Sra. Dees había emitido una especie de gemido, algo comprensible; la Sra. Dees tenía mucho dolor acumulado, pero también era capaz, aún, de encontrar la diversión que contiene la vida y de reconocer la bondad en las personas, porque, si no, ¿por qué quedarse a veces corrigiendo hasta tan tarde y llegar al día siguiente agotada, con la blusa del revés, tras colocártela mal en la penumbra del amanecer, querida alma trastornada?
GEORGE SAUNDERS - "Diez de diciembre" - (2013)






















